DICIEMBRE 2022. El
Callejón de la esperanza se encuentra en un barrio popular de la
Ciudad de México. Allí, presionada por los pagos de renta que debe
y por las medicinas de abuela Evelina, Rosita trabaja arduamente
haciendo tamales, oficio que aprendió de su abuela, para aprovechar
la época de día de muertos y así conseguir dinero, pues su padre,
el rengo Fermín Domínguez, insiste en vivir de ilusiones, creyendo
que algún día recibirá su pensión. Es ayudada por su madrastra,
Blanca Luz, "La Güera" Prado, una mujer dura que se unió
al hombre creyendo que sacaría provecho de la pensión de este, y
atiende una peluquería de la que no da un solo centavo para ayudar
en la casa, pues está ahorrando su dinero para pagarse un viaje a
París. A ella se suma su hermana, Malú, una chica vanidosa que se
entiende con la madrastra y la ayuda en la peluquería, lo que
pretexta para no trabajar formalmente ni ayudar en la casa, dejando
todas las cargas a su hermana. Es debido a todas estas cosas que
Rosita acude al santuario de la Virgen de Guadalupe y le pude que la
ayude a vencer todos los obstáculos, para luego contar sus penurias
a su gran amiga Ireybi, quien le aconseja que acepte ser la novia del
apuesto Ángel y se case con él, pues solo así saldará las deudas
que tiene con los Reyes. Esto provoca la ira del hermano de ella,
Dylan, un vago vanidoso dedicado a esculpir su cuerpo y que está
encaprichado con la muchacha, a la que siempre molesta y la cual se
desahoga con el padre Tomeo.
Olmo
Villaorduña ha muerto, dejando a su familia en la ruina. El
primogénito, Cristian, gracias a su fiel amigo Jorge, un abogado
postrado a una silla de ruedas, logra salvar la única propiedad que
les queda: Una casa en el callejón de la esperanza, situada justo
frente a la vivienda de Rosita, quien tiene un altercado con Nieves,
la esposa del dueño, pues esta le cobra las rentas atrasadas y
amenaza con echarla a la calle. La muchacha le pide piedad, pues
dentro de poco será navidad, pero a la otra eso no le importa. La
chica tiene un encuentro accidentado con Cristian, al que con llanto
le cuenta lo que le han hecho quejándose de las injusticias que los
ricos cometen con los pobres. Se sorprende cuando este le dice que
vivirá en el callejón, pues por su apariencia no parece ser de la
misma índole. La presenta con su madre, Verónica, y sus hermanos:
Jonathan y Karen. La chica ofrece sus tamales a la familia y se
sorprende cuando la matriarca la trata de manera despectiva. Esto
ocasiona que el hijo mayor discuta con ella y los hermanos, pues se
niegan a aceptar su nueva vida y deben acostumbrarse a ella. La madre
llora y maldice a su marido por haberlos dejado a su suerte, entre
gente mugrosa y apestosa.
Nieves
está casada con Galdino Reyes, un usurero, dueño de muchas
viviendas en el callejón de la esperanza. Él está interesado en
Malú, mientras que su hijo Ángel, ama a Rosita y la pretende pero
ella lo rechaza pues sabe que sus padres no la quieren, además que
sabe que Malú está enamorada de él. El chico sin embargo es
insistente y distinto a su padre y madre, además que trabaja como
mesero en el bar de don Rutilio y es muy amigo del hijo de este,
Chava, el cual debe lidiar con el mal carácter y alcoholismo de su
padre, el cual se reúne todas las tardes a jugar dominó con sus
amigos, entre ellos el padre Tomeo, Fermín y Galdino, los cuales se
tienen gran rivalidad y el primero es presa de las burlas del otro,
el cual le asegura que la pensión que espera recibir es como la
carta que espera el coronel, de la novela de García Márquez.
En
el callejón vive la solterona Paquita Aguilar, una mujer que ayuda a
Rosiita en todo lo que puede y sueña con encontrar el amor, a pesar
de su edad. Es presa de las burlas de La Güera y Malú, quienes la
alientan para que conquiste a Rutilio, mas la solterona asegura que,
de tener amoríos con alguien, lo haría con un joven. Habla con Doña
Evelina, quien le aconseja que pida el milagro a la navidad y para
entonces se le cumplirá.
Verónica
no quiere dejar a Eloy Huerta, su chofer, al que manda a rentar un
cuarto de azotea. Insiste a Cristian para casarse con Linette, una
chica rica que puede contribuir a que salgan de pobres, pues teme a
pasar la navidad comiendo pollos y bebiendo ponche, como sus vecinos,
mas el hijo no piensa sacrificarse y pide a sus hermanos que ellos se
encarguen de hacer el trabajo de caza fortunas mientras él encuentra
un trabajo decente entre sus amistades. Es ayudado por Jorge el cual
habla con su padre, Humberto Lerma, dueño de un prestigioso
hospital, y le pide que de trabajo a su amigo. El millonario decide
hacerlo ante la presión de sus hijos, sobre todo porque siente pena
por la invalidez de su primogénito, aunque considera que Cristian ya
no es un buen partido para su hija, quien desahoga con Susana, su
mamá el amor que siente por él.
Ángel
rechaza a Malú y ayuda a Rosita con la venta de tamales. La toma en
sus brazos y la besa y le jura que si se casa con él no sufrirá
más. Ella sin embargo sabe que Galdino y Nieves jamás la
aceptarían, además que debe pensar en su abuela, la cual agrava
cada día más. El muchacho visita a la anciana, pues le tiene
estima. Blanca Luz aparece para decirle que ni aún acercándose a la
vieja logrará enamorar a Rosita. Y es que La Güera nunca ha querido
a la abuela Evelina por ser la madre de la primera esposa de Fermín
y por eso la trata con indiferencia. La anciana le ruega que se
apiade de Rosita y la ayude con los gastos, pero la mujer solo ve por
sí misma y jura que un día se irá para siempre. Conoce a Verónica
y al saberla de alcurnia intenta hacer amistad con ella, pero la otra
la desprecia y le dice no necesitar sirvienta. Se encuentra con
Galdino, el cual le promete perdonar a su familia las deudas que
tienen con él si convence a Fermín de entregarle a su hija menor,
Malú, a quien la madrastra persuade para que corresponda a las
caricias del usurero y con ello consiga el dinero que quiere para
irse a otro país. Ella intenta confesarse con el padre Tomeo, pero
desiste.
Güicho
Cienfuegos ha llegado de la provincia para buscar suerte en la
capital y es recibido por su tío Rutilio, quien lo instala en su
casa y pide a Chava que le muestre todo en el bar, donde lo emplea.
Pronto el muchacho se cruza con Paquita y cuando Chava y Ángel le
cuentan que todos en el callejón sospechan que la solterona esconde
una gran fortuna, les promete que la conquistará antes de que
termine el mes, por lo que ocasiona encuentros para tropezarse con
ella y la seduce con su escultural cuerpo, provocándola.
La
abuela Evelina dice a Rosita creer que la navidad venidera será la
última que disfrute, pues sabe que morirá dentro de poco. La nieta
le suplica que resista y llora para luego desahogarse con Cristian,
quien le dice haber comenzado a trabajar en el hospital de la familia
de su amigo, por lo que llevan a la anciana y es atendida por
Humberto, quien les da medicinas y deja claro a Rosita que a su
abuela le queda poco tiempo.
Todos
en el callejón están intrigados por la llegada de los nuevos
vecinos pues ven llegar muebles caros y demás objetos de valor a esa
casa. Nieves acude a presentarse y al darse cuenta de la belleza de
Karen, pide a Ángel que la conquiste, pero este solo tiene ojos para
Rosita. Sin embargo la niña rica se asombra cuando ve a Dylan
ejercitando su escultural cuerpo. Este se le acerca, se presenta y la
lleva a conocer el barrio, dejándola maravillada. La chica conoce al
padre Tomeo y este le hace ver la responsabilidad que tiene ahora que
ha comenzado una nueva vida. Lo lleva a casa, donde Verónica solo se
lamenta por lo que ella considera ha sido el peor castigo divino.
Fermín
reprende a Malú por no esforzarse como Rosita y dejarle a esta toda
la carga de sus deudas. la hija recrimina al padre por ser un bueno
para nada que en vez de buscar un trabajo cuando quedó cojo, se
sentó a esperar una pensión que nunca llegará. Él está a punto
de abofetearla pero Rosita interviene y le pide que se calme. El
hombre sin embargo sufre un infarto que le arranca la vida. Esto lo
agrava todo pues Rosita no tiene dinero y los vecinos cooperan para
ayudarla con los gastos. Al saber esto, Cristian desea contribuir
pero Verónica se lo prohíbe, sin embargo visita al usurero Galdino
para venderle una joya, exigiendo una fuerte suma de dinero que e
hombre no le da, ofreciéndole muy poco dinero. A la mujer no le
queda más remedio que aceptar.
Ángel
se encarga de pagar el servicio funerario de Fermín, al que por
curiosidad acuden los hermanos Villaorduña; Cristian para ver a
Rosita, Karen para ver a Dylan y Jonathan solo por curiosidad, pero
es en medio de esta pena que en él posa los ojos Chava. Los chicos
terminan encontrándose en un lugar oscuro, donde uno entera al otro
de cómo es la vida en el callejón y lo buena que es la gente a
pesar de ser pobre. Por otro lado Cristian muestra tanto interés en
consolar a Rosita, que Ángel siente celos y arma una escena.
Discuten y Rosita gritando les exige que la dejen velar a su padre,
al que entierra sin la compañía de más gente que su familia.
Blanca Luz le insiste para que acepte casarse con Ángel y salga de
pobre, mientras que insiste a Malú que acepte ser la amante de
Galdino si desea conseguir lo que ambiciona. Rosita no puede creer
que la mujer sea tan baja para pedirles eso y le deja claro que,
ahora que su padre ha muerto, ella ya no tiene nada qué hacer con
ellas. Las hermanas son apoyadas por la abuela Evelina, la cual luego
de probar una de las bebidas mágicas de Ireybi, vuelve a la vida,
sorprendiéndolas, mientras que La Güera se aprovecha de la
situación para intentar sacar dinero a Ángel quien la conoce y se
niega a dárselo.
Güicho
no pierde oportunidad para acercarse a Paquita, quien es seducida por
su juventud y lo invita a casa para cenar. Él acepta, intimidándola
con su cercanía, por lo que la nerviosa mujer vuelve a sentir el
calor de la pasión. Ambos comienzan un juego que pronto termina en
un beso que él le roba, por lo que ella, ardorosa, le corresponde.
Linette
está encaprichada con Cristian y exige a Jorge que le diga el
paradero del hombre, pues se ha enterado de que su familia quedó en
la ruina. Lo busca, siendo una luz de esperanza para Verónica, quien
al saber que la chica aun desea casarse con su hijo y ayudarlo a
salir adelante al ser nombrado vice presidente de las empresas de su
padre, insiste a este para que acepte, sin embargo él quiere salir
adelante por sus propios méritos.
Cristian lleva a Linette a dar un paseo y
la presenta con Rosita, a la que la extraña trata con indiferencia,
asustada de ver tanta pobreza a su alrededor. Él le deja claro que
no se casará con ella y junto con su hermano acude al bar e intenta
hacer amistad con Güicho y Chava, quien solo habla con Jonathan y le
ofrece especialidades.
Verónica
visita salón de belleza de Blanca Luz, a la que pregunta sobre los
festejos en el callejón, sorprendida por el folclor. Se queja del
servicio de la vecina y se marcha sin pagar, asegurando que el
trabajo de esta fue malo y la dejó peor de como llegó. Se arma un
pleito en el que el padre Tomeo interfiere, pagando la cuenta de la
nueva vecina, la cual llora ante él y le dice sentirse desesperada,
pues no acepta ser pobre.
Dylan
insiste en molestar a Rosita, intentando robarle besos. Ella lo
rechaza, discuten y cuando él la jala, interviene Cristian para
defenderla. Los ha visto Nieves, quien asegura a Ángel que la
muchacha es una resbalosa que ahora tiene que ver con el nuevo
vecino. Este no le cree a la madre, la cual cobra a la chica las
rentas que le debe y al no conseguir ni un pago le pide que desocupe
su vivienda la última semana de noviembre. Rosita le suplica piedad,
pues la época navideña se avecina, pero la otra se niega. Es por
ello que la chica acude a Galdino, quien cínicamente le pide que le
entregue a Malú y quizás él le perdone su deuda. La digna Rosita
se resiste y lamenta que Ángel tenga padres tan mezquinos como él y
Nieves. Llora y es sorprendida por Cristian, quien decidido a
ayudarla habla con Jorge para conseguirle un trabajo en el hospital.
El amigo se sorprende por el interés del hombre en ayudar a esa
extraña y cuando lo cuestiona, le pregunta si se ha enamorado de
ella. Cristian se confunde, no sabe qué conquistar, mas está seguro
de que nunca antes había conocido a alguien tan frágil como Rosita,
quien de verdad le importa. Habla de esto con el padre Tomeo, quien
le da esperanza y fe.
Eloy
le cuenta a Verónica todo lo que sucede en el callejón y le hace
saber que su hija está haciendo amistad con los vecinos, sobre todo
con Dylan, lo que a la mujer aterra, por lo que pelea con Karen,
quien le pide que acepte su realidad: Que ahora son pobres.
Ireybi
discute con Dylan por su irresponsabilidad y este le jura que está a
punto de sacarse la lotería, pues ha comenzado a enamorar a Karen,
quien se niega a tener algo serio pues él no es de su posición,
pero no puede evitar sentir ese fuego que le causa la diferencia de
mundos y hasta tez. Habla con su madre del folclor de la gente pobre,
el cual le agrada. Verónica le suplica que no haga amistad con
nadie, pues cuando Cristian se case con Linette, las cosas volverán
a tomar su rumbo. Se sorprende cuando Jonathan le dice que no le
importa vivir en el callejón de la esperanza, además que ha
conseguido trabajo en el bar de don Rutilio, el cual Chava y Güicho
piensan modernizar.
Rosita
comenzará a trabajar en el hospital y Cristian le ha dado el
uniforme, lo que ha llenado de horror a Verónica, la cual deja claro
a la muchacha que su hijo solo está haciendo caridad, para que no se
ilusione con él. Sin embargo la envidiosa Malú le riega el café
encima a la herma, siendo reprendida por la abuela Evelina. Ireiby le
presta un vestido y la chica va a trabajar y sube al auto de
Cristian, llenando de celos a Ángel, quien se desahoga con sus
amigos y más tarde discute con Blanca Luz, quien le promete que, por
una fuerte suma de dinero le puede vender la virginidad de Rosita.
Ángel rechaza la oferta y la acusa de ser despreciable. La mujer se
cita con Galdino en el bar de Rutilio y allí Güicho se entera de
los planes de estos para perjudicar a Rosita. Se lo cuenta a Dylan,
quien amenaza con delatar a La Güera y le pide dinero a cambio de su
silencio. Al darse cuenta de que el muchacho está más que decidido
lo invita a cenar para hacer tratos. Le coquetea y él solo se ríe
de ella para luego irle a contar a Paquita el incidente.
Karen
le cuenta a Malú que Cristian se casará con Linette, la cual
desahoga con su madre que él la desprecie desde que quedó en la
ruina. Susana le suplica ya no perseguirlo y pensar en su futuro,
pues el chico ya no tiene nada qué ofrecerle, pero la joven está
muy enamorada, y por eso pide a la mamá que inviten a los
Villaorduña a cenar en navidad.
Malú
le dice a Rosita que Cristian se casará con Linette,
sorprendiéndola. La chica al busca a Ireybi para devolverle su
vestido, sorprende a Dylan besándose con Karen. Por su parte Malú
es presionada por Blanca Luz, quien le insiste para que acepte a
Galdino. La muchacha se niega e insiste en perseguir a Ángel, quien
no le corresponde.
Nieves
planea las mañanitas y la posada del callejón e invita a los
Villaorduña a ser parte de ella. Verónica se resiste pero no así
los hijos, que se sorprenden cuando en el sorteo son Rosita y
Cristian quienes salen elegidos para cargar a los peregrinos,
llenando esto de celos a Ángel, a quien Malú hace saber que su
hermana está interesada en el nuevo vecino. El muchacho no puede
evitar sentir celos y habla con doña Evelina, quien le pide tener
paciencia y pedir un deseo de navidad, pues estos se cumplen. Cuando
el chico habla de esto con Paquita, también esta se lo confirma, mas
no revela que rezar le cumplió el deseo de conocer a un hombre y
mantiene sus amoríos con Güicho a escondidas, lo mismo que hacen
Jonathan y Chava, el cual teme a que Rutilio se entere.
Verónica
se da cuenta de que Cristian está encariñándose con Rosita y pide
a Linette que haga algo para enamorarlo. La chica hace todo lo que
está a su alcance mas el hombre y ano desea estar con ella y le
confiesa que, en efecto, está interesado en la otra, misma que
presenta a Ireybi con Estéban, quien queda apasionado por la
muchacha, la cual lo invita a las mañanitas del callejón, mismas en
las que Rosita se luce con los tamales, los cuales paga con su
salario. Agradece a Cristian y Jorge, despertando molestias en
Verónica, la cual ha acudido solo por curiosidad, asombrándose por
el folklore de la gente del callejón. Es durante las mañanitas que
cada personaje hace una petición a la virgen, sobre todo Ángel, el
cual le suplica que para navidad le conceda el amor de Rosita, la
cual solo pide salud para su abuela y entendimiento para su hermana,
la cual descubre que Paquita y Güicho tienen amoríos y se lo cuenta
a La Güera, la cual se burla de la vecina al dejarla en evidencia
ante los vecinos. El hombre se marcha, avergonzado, y la solterona se
encierra a llorar. Rosita reprocha a la madrastra ser tan perversa,
incluso en una celebración sagrada. A su vez la villana padece la
presión de Galdino, quien harto de esperar por Malú le exige que
abandone el local donde tiene el salón de belleza, lugar donde
tiende una trampa a la chica para que el hombre pueda aprovecharse de
ella. Tiene suerte, pues Eloy escucha ruidos y descubre lo que pasa,
defendiendo a la muchacha y amenazando al otro con decirles a Nieves
y Ángel lo que hace.
Galdino no tiene más remedio que volver a
casa y desquitar su frustración con Nieves, la cual lo presiona para
que echen a la calle a Rosita y su familia, pues desea alejarla de su
hijo y también saberla mendigando durante los festejos navideños.
Por su parte Malú agradece a Eloy lo que hizo y él la invita a
salir. Le muestra su cuarto de azotea y allí la chica se percata del
musculoso cuerpo del hombre, el cual le atrae. La lleva a pasear en
el auto de los Villaorduña y los sorprende Verónica, quien despide
al chofer, mismo que por lo que ahora siente, habla con el padre
Tomeo y decide quedarse a vivir en la el callejón.
Chava
pide a Güicho que sea sincero con Paquita y no la use. El primo
habla también con el tío Rutilio, quien le asegura que la solterona
es buena persona y no merece que él solo se este divirtiendo con
ella, pues para eso hay otra clase de mujeres. Lo mismo le aconseja
el padre Tomeo, el cual persuade a la mujer para que se olvide del
muchacho, el cual los sorprende cuando dice haberse enamorado de la
mujer.
Humberto
pide a Cristian que se olvide de Linette. Este le asegura haber
terminado con ella y el médico le prohíbe a la chica que insista en
casarse. Susana apoya al marido y la hija, llena de rabia, busca a su
amado, al que descubre besando a Rosita, a la que insulta. La
protagonista se marcha y cuenta a su abuela Evelina lo del beso,
asegurando que no ha sentido nada, y que al ser besada solo pudo
pensar en Ángel, quien se ofrece a suplir al otro para cargar a los
peregrinos, cuando el ex millonario sufre un accidente que lo lleva
al hospital. Nieves se opone pero el hijo ya ha tomado su decisión.
Esto hace que el chico le entregue a la vecina un vestido para que
use durante la posada, en la que Malú no deja de sentir rabia por el
amor que este tiene hacia su hermana. Eloy le pide que se olvide del
hombre que no la ama y se de cuenta de que hay otros que mueren por
ella. La besa.
Apoyada
por el padre Tomeo, Verónica pasa horas en el hospital, exigiendo
los mejores servicios para su hijo. Se detiene cuando Susana le
pregunta cómo pagará cuando le entreguen la cuenta. La otra asegura
que Humberto le dará crédito y la tomará en cuenta por la vieja
amistad que tienen. sorprendiéndose cuando el hombre le dice que no
será así y le recomienda buscar un hospital público, el cual
consigue el sacerdote.
Dylan
se opone a que Ireybi salga con Jorge, pues está seguro de que este,
valiéndose de su condición de lisiado, solo va a aprovecharse de
ella. Revela su disgusto a Karen, quien le pregunta si él hace lo
mismo con ella. El chico le asegura que no, y que en verdad la
quiere, por lo que la invita a cenar unos tacos. Son vistos por
Güicho, quien pregunta al amigo cómo hará para consentir a una
chica que está acostumbrada a todo y se hartará de su nueva vida
dentro de poco. Le asegura que su romance con Paquita es serio, al
grado que se muda a vivir con ella.
El
día de navidad llega y el padre Tomeo celebra una misa para todos en
el barrio, visitando a Rosita y su familia, para darles la bendición.
Allí, la abuela Evelina asegura al sacerdote que milagros están a
punto de ocurrir en el callejón de la esperanza.
Humberto
y Susana deciden no invitar a los Villaorduña a festejar con ellos
la navidad. Verónica llora por la pobre cena que han pedido en un
restaurant sencillo y maldice a su esposo por haberlos dejado en la
ruina. Jonathan recibe la visita de Chava, el y Verónica se casi se
desmaya cuando los chicos revelan que se son novios. Pone el grito en
el cielo y, para colmo, Karen confiesa que está saliendo con Dylan.
La madre quiere volverse loca, llora desesperada y suplica a Cristian
que él no le diga que ama a la tamalera, mas él dice haberse
enamorado de Rosita. ¡Verónica quisiera morir!
Nieves
reprocha a Galdino el no haber echado a Rosita y las suyas a la
calle. Él, que ha sido reprendido por el padre Tomeo, debido a sus
actos, recuerda la amenaza de Eloy y dice a la esposa que ha hablado
con Ángel y este lo ha convencido de perdonar la deuda de la
muchacha, pues finalmente se estaba haciendo responsable de las
obligaciones del difunto Fermín. Lo apoya su hijo, lo que hace
enfurecer a la mujer, quien al reclamar padece la ira del marido, el
cual, imponente, le dice que esa es su última palabra.
Rosita
sufre por la ausencia de su padre, mas la abuela Evelina le da
ánimos. Cenan pollos asados en compañía de Ireybi y Dylan, quien
se marcha al sentirse incómodo. Malú hace recuento de lo
irresponsable que ha sido. Les cuenta del incidente con Galdino y la
insistencia de Blanca Luz para que haga caso al hombre. La abuela
está convencida de que la nuera se encuentra detrás de lo que pasó
y se sorprende cuando la nieta les pide perdón a ella y Rosita,
prometiendo que ha decidido cambiar. Asegura que no se interpondrá
más entre su hermana y Ángel, quien llega a darles el abrazo,
adelantándose a Cristian, el cual lo ve entrar en la vivienda de las
mujeres y mejor regresa a casa.
Eloy
cena con Güicho y Paquita, quien le ofrece su mesa para celebrar.
Hablan sobre los milagros de la navidad. A ellos acude Dylan, al que
todos convencen de buscar un trabajo de verdad si quiere estar a la
altura de Karen, a la que visita fuera de casa, para besarla. Aparece
Verónica para jalarla y exigir al otro que no sea iluso y se aleje
de la chica, pues aunque ambos son pobres, no son iguales. Karen
defiende lo que siente por Dylan y se desahoga con el padre Tomeo, el
cual le pide escuchar a su corazón.
Blanca
Luz no tiene a nadie y acude a la familia de su marido con una
botella de sidra. Se le da la bienvenida y abuela Evelina le dice
saber lo que ha hecho para perjudicar a Malú. Le hace ver que es una
mala persona y le recomienda que se vaya lejos, pues todos sabrán la
clase de persona que es. La mujer se marcha, avergonzada, mientras
que la anciana pasa toda la noche en vela y tempranamente se presenta
en casa de los Reyes para decirle a Nieves lo que ha hecho su marido,
al que la vieja amenaza con denunciar. Este niega que haya hecho nada
y ante la esposa jura que Malú se le insinuó. Ella le exige que
eche a la calle a las Quirino, mas aparece Ángel y jura a su padre
que, si se atreve, él mismo lo denunciará. Es así que el rabo
verde se presenta en la vivienda de Rosita para perdonarle las rentas
atrasadas y ella, en agradecimiento, le regala unos tamales recién
hechos y le paga dos meses por adelantado. Pide perdón a todas por
lo que intentó hacer con Malú, a la que pide que olvide lo
sucedido, argumentando que fue La Güera quien le llenó la cabeza de
ideas.
En compensación por sus malos actos, Galdino invita a las Domínguez a recibir el 2023 en su casa
y, ante la negativa de Malú y la abuela Evelina, Rosita le propone al hombre una mejor idea: Que hagan una fiesta de año nuevo en
el callejón y él muestre a los vecinos que en verdad ha cambiado y ahora es un hombre caritativo.
Ante la mirada acusadora de Nieves, el usurero intenta negarse, pero Ángel lo presiona y tras convencerlo anuncia en el callejón que su
padre desea enmendar sus errores y dará una fiesta de año nuevo para todos, alegrando a los vecinos, pues los gastos correrán a cargo de Galdino y ellos cenarán gratis. Nieves pone el grito en el cielo, acusa a su marido de ser débil y este, enfurecido, le grita que calle y se atenga a lo que él ordena.
Jorge
se las ingenia y lleva un regalo a Ireybi y deja claro a Dylan que
sus intenciones con la chica son buenas, al grado que le pide ser su
novia y ella acepta y más tarde se lo cuenta a Rosita, la cual le
dice que ha descubierto que ama a Ángel. Por ello, cuando Cristian
le confiesa que la ama, lo rechaza y le dice sus sentimientos. Ángel
los ha escuchado y acude al bar a celebrar con sus amigos, pues la
mujer a la que ama siente algo por él y planea pedirle que sea su
novia en la fiesta de año nuevo.
Susana
y Humberto se sorprenden cuando Olmo aparece ante ellos para decirles
que fingió su muerte para dar un escarmiento a su familia. Linette
los escucha y entera de esto a Cristian, el cual no puede creerlo y
acude a su padre, al que reprocha lo que hizo. Este acude a hablar
con su familia y les deja claro que las cosas cambiarán de ahora en
adelante, pues ya que conocen la necesidad, todos deberán trabajar
para ganarse la vida. Verónica se niega, le reprocha el haber pasado
la peor de las navidades y el hombre le advierte que debe
acostumbrarse, pues a partir de ahora vivirán en esa casa, en el
callejón de la esperanza. Ella amenaza con pedirle el divorcio y él
la reta a que lo haga y se quede sin nada. Apoya las relaciones de
Jonathan y Karen y habla seriamente con Chava y Dylan, a los que
exige estar a la altura. Luego visita el bar de Rutilio y simpatiza
con este. Juegan ajedrez. La familia es invitada a la fiesta de año
nuevo y es Olmo quien llega con piñatas y aguinaldos para todos,
pues se hace una gran fiesta en la que Eloy pide a Malú que sea su
novia, siendo correspondido, y Jorge aparece para estar al lado de
Ireybi. Más tarde acude Linette, para decir a Cristian que su
familia está dispuesta a aceptarlo de nuevo, mas él se ha dado
cuenta de la clase de gente que es la de su nivel, y prefiere no
volver a saber de ellos, terminando por completo con ella.
Paquita
es feliz con Güicho y es felicitada por Rutilio, quien le asegura no
querer al sobrino de vuelta en su casa. Ríen y ella le promete que
el novio es un muchacho de bien y saldrá adelante, pues ella lo
apoyará. Tienen también la bendición del padre Tomeo.
En
medio de los festejos por el nuevo año que inicia, en pleno callejón de la esperanza, Ángel le pide a
Rosita que sea su novia y ella le corresponde, por lo que se dan un
fuerte beso que todos los vecinos celebran, sobre todo la abuela
Evelina, quien les recuerda que los milagros de navidad sí existen.
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